Estimado Bruce (Escrito Por Perla),
Decidí enviar nuestra fotografía de nuestra boda a su servicio prestigioso de introducciónes, TLC Worldwide, Inc. Yo queria encontrar al hombre de mis sueños. Recibí muchas cartas (aproximadamente treinta) de los señores americanos.
Entonces un día recibí una carta que era muy especial. Llegó en Enero 2000. Cuando yo leí las primeras líneas fui cautivada y claro escribí para atrás rápidamente. Le envié una tarjeta del Día del San Valentin al caballero, una con corazones y música.
Los días pasaron y finalmente, en Marzo recibí una segunda carta de el. Era amistoso y sincero, y había fotografías también. Sentía que el podria ser más que un amigo. Era un día en el principio de la primavera recibi una tarjeta. En la tarjeta había un conejito de Pascua, y me preguntaba si yo quisiera ser su conejito. Claro, dije “sí” en mi próxima carta.
Aproximadamente seis meses después de que nosotros empezamos escribiernos y hablarnos por teléfono, él me envió una carta especial llenada de amor y esperanza. Me dijo que él vendría pronto a México y queria conocerme personalmente. Éstas eran maravillosas noticias como una visita personal sería crucial en nuestra relación.
Finalmente en Octubre vino el día de su llegada al aeropuerto. Creí que nuestro amor sería ahora una realidad. Siempre recordaré ese día con un pequeno poema que él me escribió para mí:
Quiero venir a tu casa para verla,
Y en mis brazos conocerla,
Tu eres mi conejita, Perla.
Había descubierto a un poeta amoroso. Los días pasaron rápidamente, como el pestañeo de un ojo. Saboreamos el tiempo juntos por una semana y entonces él se devolvió a los Estados Unidos. La tristeza invadió mi corazón, todavía nosotros teníamos nuestro amor para ayudarnos a llevar la espera mientras nosotros estábamos lejos de cada uno.
Él regreso a México muchas veces por encima de los siguientes dos años. Él estuvo conmigo y con mi familia para Navidad 2000 y nos casamos en Mayo del 2001. Esperamos entonces por mi Visa para ir a su casa en California. Yo creo que Dios envió a Al a mí para darle a el una segunda oportunidad en la vida. Él estaba casado antes, pero yo no nunca había sido casada. Le pedi a Dios que el fuera mi unico y sólo verdadero amor.
Sinceramente, Al & Perla;
Los Molinos, California
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